Un mausoleo es un sepulcro monumental y majestuoso. Debe su nombre a Mausolo, sátrapa y rey de Caria (del 377 al 353 a.C.), que combatió a favor del Gran Rey persa Artajerjes II. Ocupó parte de Lidia, en la actual Turquía.
Mausolo representa un antecedente de las monarquías helenísticas, estableciendo su capital en Halicarnaso (la actual Bodrum).
A su muerte, su esposa Artemisia II organizó unos fastuosos funerales.
Mausolo fue enterrado en Halicarnaso en una magnífica sepultura llamada mausoleo en su honor. Fue considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo. Medía 45 metros de altura y tenía cuatro cuerpos: sobre una base maciza se alzaba un edificio decorado con 36 columnas jónicas rematado por una cubierta piramidal y un carro triunfal.
Otros mausoleos famosos son el Taj Mahal en la India, erigido por el emperador Sha Jahan para su esposa Mumtaz Mahal; el de Augusto en Roma, que recogió las cenizas de la dinastía Julio-Claudia; el del emperador Adriano o Castillo de Sant’Angelo en Roma; o la torre de los Escipiones en Tarragona.