Una hecatombe es una desgracia o catástrofe de grandes dimensiones, una mortandad de personas o un sacrificio solemne de animales que hacían los antiguos en honor a los dioses.
El origen del término es griego: procede de hekatón (cien) y boús (buey), por tanto etimológicamente significa “sacrificio de cien reses vacunas”. Luego hizo referencia a todo gran sacrificio, independientemente del número de víctimas y del tipo de animal que se inmolara.
En Atenas las hecatombes se hacían en honor de Apolo y Atenea en el mes de hecatombeón (en julio, tras el solsticio de verano) y coincidiendo con las Panateneas, las principales fiestas religiosas de la ciudad, célebres por el friso del Partenón, atribuido a Fidias, que reproduce la procesión.
Por cierto, que el Partenón estaba dedicado a la diosa Atenea, y debe su nombre al hecho de que Atenea permaneció siempre virgen, que en griego se dice parthénos, de la cual palabra deriva también partenogénesis. Te invito a que la busques y aprendas su significado. Y verás que lo masculino no es esencial en esta cuestión.