La primavera ya llegó y, dentro del Proyecto Aldea, nos ponemos en marcha con el huerto escolar. Tras varias reuniones con la coordinadora del proyecto para poner en común objetivos y propuestas, se dio luz verde a tan ilusionante iniciativa.
Después del abandono del huerto debido a la pandemia, nos encontramos con un terreno durísimo que necesitaba un buen arado. Al no contar con maquinaria agrícola tuvo que hacerse “azada en mano” y gracias al alumnado de 1º de Soldadura y Calderería, que son unos “tíos duros y muy trabajadores”, en poco tiempo tuvimos el terreno preparado.
El siguiente paso para la reactivación de nuestro huerto ha sido la instalación de la red de riego por goteo y sus respectivas llaves de paso para las diferentes zonas. De esto se encargaron, como se puede ver en las fotografías, los alumnos y alumnas de 1º de Sistemas Microinformáticos y Redes y de 1º de Soldadura y Calderería.
En las siguientes sesiones acudimos con el alumnado de los citados grupos y se procedió a la siembra de las siguientes hortalizas: pimientos picantes, tomates redondos, pimientos verdes, tomates raf y calabacines.
En los días siguientes se quitaron las malas hierbas y se abonó la tierra con la inestimable ayuda de la coordinadora del proyecto.
Con la colaboración especial de nuestros alumnos de 2º de Soldadura, se realizaron los carteles metálicos para nombrar las siembras, donde, por cierto, se aprecian unos cordones de gran calidad y finura en las diferentes soldaduras.
En la posterior reunión con la coordinadora del proyecto decidimos poner unas cañas y alambre que nos sirvieran de soporte para el crecimiento de las tomateras; y así lo hicimos, con navaja y alicates bajo un sol abrasador, pero ilusionados al ver ya las primeras flores de calabacines, pimientos y tomates.
A partir de aquí las labores realizadas han consistido en el riego periódico del huerto y en quitar malas hierbas. Todo ello compartido con las compañeras y el alumnado del Aula específica de Educación Especial.
Como podéis ver, ya se observan los primeros frutos… ¡Todo un éxito!
Ahora, a regar y mantener los cuidados para pronto poder recoger la cosecha. Espero que podamos compartirla entre profesores y alumnos.
Y me gustaría señalar que ha sido una satisfacción personal y profesional participar en este proyecto, pues hemos tenido unas divertidas vivencias y nos ha permitido acercar al alumnado a la naturaleza desde IES Mario López.