El inglés es una lengua increíblemente rica y flexible, prácticamente abierta a todo, donde las palabras van y vienen a través de los siglos, desde una gran variedad de orígenes.
No podíamos dejar pasar esta semana en la que se ha celebrado el Día del Libro, sin rendir homenaje a William Shakespeare, escritor universal por excelencia en lengua inglesa y, probablemente, la persona más productiva en la historia de este idioma.
Desde “addiction” (adicción) a “zany” (alocado), su lenguaje nunca fue “lacklustre” (apagado). Él escribía con “swagger” (arrogancia) y sin “compromise” (compromiso). William Shakespeare agregó más de 1700 nuevas palabras a su lengua materna. Cuando no podía encontrar un término para expresar algo en una obra de teatro, se inventaba uno nuevo, adaptándolo de una palabra extranjera o de una palabra inglesa ya existente.
Las obras de Shakespeare no sólo han influido en la evolución de la lengua inglesa, sino que además son fundamentales para comprender la cultura británica actual.
Estos son algunos ejemplos de palabras y expresiones que Shakespeare inventó:
- «Wild-goose chase» (búsqueda inútil), expresión usada por primera vez en “Romeo y Julieta”.
- «Heart of gold», (corazón de oro)
- «Brave new world» (Un mundo feliz), usada por primera vez en la obra “The Tempest”, aunque también es título de uno de los libros más conocidos del novelista inglés Aldous Huxley, escrito en 1931.
- «Faint-hearted» (cobarde, débil). Usado en la obra “Enrique IV”.
- «For goodness’ sake” (por el amor de dios).
- «Break the ice» (romper el hielo).
- «Love is blind» (el amor es ciego).
- » Foregone conclusion» (predeterminado, conclusión obvia).
Algunas palabras inventadas por Shakespeare han traspasado fronteras introduciéndose en otras lenguas, como por ejemplo, la palabra “manager”, presente hoy en día en lenguas como el francés y el español.
¿Y tú?, ¿te atreves a inventar alguna palabra?